Vale, lo admito, soy una nostálgica. Puedo tirarme horas recordando canciones, películas e incluso spots publicitarios en internet sin pestañear y pensar aquello de "cualquier tiempo pasado fue mejor". Una de mis reacciones más habituales después de ver ciertos documentos es recurrir a San Google para indagar en el presente de ciertos personajes. De acuerdo, soy cotilla o curiosa -llámenlo como les plazca-;defecto profesional, supongo.
¿Por qué cambió Glen Medeiros la música por la enseñanza?, ¿tan mal le trato la fama a Inger Nilson -Pipi Calzaslargas- para pasar de la interpretación a la secretaría? -con todos mis respetos a la administración (privada)- y ¿que me dicen de Linda Blair -la niña de El Exorcista- que después de vomitar sin piedad y estar atada a una cama ahora dedica su tiempo a los animales?. Algunos casos resultan idílicos, enternecedores, positivos, hasta que llega Kirk Cameron y los estropea.
El adolescente de la eterna sonrisa, el guaperas del instituto, el que traía por la calle de la amargura a su hermana Carol -enamorada del mismo en la vida real-, el que me mantenía pegada a la tele, con el que forré mi carpeta y las paredes de mi dormitorio es actualidad y no por sus dotes artísticas -ni siquiera por su atractivo de cuarentón-. El que se declarara ateo en sus inicios es hoy líder de la organización religiosa -llámenlo también secta- The way of the master que propaga entre otras lindezas ideas homófobas contra gays y lesbianas.
"La homosexualidad es antinatural, perjudicial y destruye los principios de la civilización". Así describió Cameron su percepción sobre el bien y la moralidad americana. Aunque no nos debería sorprender si nos remitimos a sus antecedentes: en 2009 celebró el 150 aniversario de El origen de las especies de Darwin con un vídeo en Youtube que comparaba la teoría del científico con la doctrina de Hitler en favor del racismo y el desprecio a las féminas.
La enfermiza fé del señor Cameron le ha llevado a insultar la inteligencia del mismísimo Stephen Hawking cuando la eminencia declaró que la creencia en la vida después de la muerte se trata de "un cuento de hadas para gente que tiene miedo a la oscuridad". A nuestro Kirk solo se le ocurrió arremeter contra Hawking denominándolo "minusválido de absurdas ideas". Valorar esta última declaración resulta demasiado deprimente así que mejor lo dejamos.
La enfermiza fé del señor Cameron le ha llevado a insultar la inteligencia del mismísimo Stephen Hawking cuando la eminencia declaró que la creencia en la vida después de la muerte se trata de "un cuento de hadas para gente que tiene miedo a la oscuridad". A nuestro Kirk solo se le ocurrió arremeter contra Hawking denominándolo "minusválido de absurdas ideas". Valorar esta última declaración resulta demasiado deprimente así que mejor lo dejamos.
Y, si te parecía poco, toma dos tazas; Saver también ataca a los muertos. Tampoco comparte la idea de Lennon de una existencia sin cielo ni infierno que el mito narró en el tema Imagine. A estas alturas supongo que lo que no le funciona bien a Cameron es la cabeza. Mejor no hablar de las desavenencias que se fraguaron durante el rodaje de la película que rememoró "Los problemas crecen", o si, pero ese culebrón bien merece otra entrada.
No sé a ustedes pero a mi se me ha estrellado un mito en caída libre y con una tonelada de hierro que le empuja a precipitarse contra el suelo. Estoy triste, ¿qué será lo próximo?, ¿Jason Prestley se convirtió al sacerdocio?, ¿Leonardo DiCaprio nació mujer?, ¿Secuestró a Chanquete una banda de albanocosovares y nos han hecho creer durante años que ha muerto?. Que Dios nos pille confesados, Kirk.
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