domingo, 6 de mayo de 2012

Eva: ¿sueñan los androides con gatos eléctricos?

Se supone que esto es un blog sobre televisión. También se supone que como defecto profesional o de escuela debería visitar las salas a menudo. Siguiendo el orden de los acontecimientos en estos momentos debería estar trabajando en algo relacionado con todo lo de antes pero sorprendentemente no es así. Y dicho esto, resumo: si no fuera por las descargas, mi "dividi-usb-multifunción" -que gran inversión-, la Coca-Cola Zero y mi confortable sofá  una no vería ni los trailers: que mala es la crisis.



Pues bien, Eva es de esas películas de las que te arrepientes no haber visto antes, que te empuja a reflexionar y como acto seguido -en mi caso- a escribir.  Interesante, imaginativa, sorprendente, bella, inquietante. Kike Maíllo apuesta por el género de ciencia ficción con un guión sobre emos no faltos de emoción y lo hace sobre un paisaje frio en contraste con una atmósfera envolvente y unos personajes involucrados en la investigación sobre sus propias relaciones. 



Muy interesante el estilo austero de ambientación con las piezas robóticas suspendidas, la intriga sobre el parentesco del personaje principal con Eva, la autonomía de las máquinas y la idea intrínseca de la autodeterminación personal, el control de los sentimimentos en los robots como reflejo del insuficiente poder de autodominio humano: reir en la medida que estimemos adecuada, llorar más de lo que lo hacemos, querer menos de lo que nos podemos permitir.



Aunque el relato se columpia entre la ciencia ficción y el thriller una termina digiriéndola como una historia de amor, de errores y de relaciones entre lo que nos viene impuesto y lo manipulable. Y como una película te recuerda a otra -sea o no comparable- Eva me trajo a la cabeza Blade Runner -con el guiño del gato vs oveja eléctrica- y los guiones de Julio Medem. Relaciones personales, destinos inciertos, decisiones y máquinas que anhelan parecerse a los humanos.