Título: Todas las mujeres
Año: 2013
Duración: 90m
País: España
Director: Mariano Barroso
Guión: Alejandro Hernández, Mariano Barroso
Reparto: Eduard Fernández, Michelle Gener, Petra Martínez, Natalie Poza, María Morales, Marta Larralde
Reparto: Eduard Fernández, Michelle Gener, Petra Martínez, Natalie Poza, María Morales, Marta Larralde
Producción: TNT/ Kasbah
Género: Drama-comedia
Valoración: *****
Hay dos cosas que me molestan claramente en el cine. Una es ver una película treatralizada y otra que la producción en cuestión centre todo su esfuerzo en el reparto de actores y en explotar sus cualidades interpretativas (barra) físicas. Los personajes y su actuación es fundamental, no es mi intención restar importancia a este aspecto -todo lo lejos- pero un proyecto cinematográfico se compone de muchos elementos que no podemos obviar; precisamente por eso, porque es un filme y no una obra de teatro. Esto es lo que ocurre en Todas las mujeres, serie reciclada a película que busca encontrar ese beneficio del papel bien hecho y se queda estancado en ello, sin traspasar ningún campo más.
El guión narra la huida de Nacho, un veterinario que escapa de su círculo familiar y se enfrenta en ese tiempo a resolver el robo planeado de unas reses a su suegro. Es entonces cuando entran a escena esas mujeres, las que acaparan el título de la pieza. Hasta aquí todo podría funcionar si no fuera porque el susodicho no mueve el culo de su cabaña hecha casa reclamando a las féminas que han dejado algún capítulo más o menos agradable en su historial de hijo, cuñado, amigo y pareja sentimental. Las localizaciones se resumen a un coche, una explanada, la carretera y su casa, que pueden parecer suficientes para 89 minutos de rodaje pero que se quedan en un continuo plano contraplano en el que la actividad se resume al diálogo y a un tímido seguimiento de cámara.
Con lo complicado que es llevar a cabo un rodaje en la actualidad -y si hablamos de cine español el problema se dilata aún más- no comprendo el por qué llevar una serie a la gran pantalla -que ha funcionado relativamente bien- sin más intenciones que las que ya se han visto en la pequeña. Dudo que se pensara en una garantía de butaca porque con los tiempos que corren me parecería una idea cuanto menos insolente. Después de ver la presente y retrotaernos a Extasis -la que para mi es su mejor película hasta la fecha- sigo sin encontrar razones que justifiquen el rodaje de la presente.
No obstante Barroso, valiéndose de su tarea como dramaturgo, se luce en el guión acotándolo a conversaciones trascendentes e interesantes que van destapando a Nacho gradualmente sin adelantar acontecimientos. Gana especial relevancia el oficio de este como auxiliar en el cruce de reses cuando él mismo se descubre como símil de un copulador obcecado en resultar simpático por muy cabrón que resulte ser. En lo que respecta al resto de interpretaciones, curiosa la de Michelle Jenner y especialmente divertida la de Petra Martínez -te quedas con ganas de saber algo más sobre ella- . Aunque sin desmerecer a todas las participantes el que se lleva la nota alta es Eduard Fernández y su capacidad de engañar, mofarse y desprestigiar a sus mujeres sin parecer odioso por ello. La Academia se ha hecho eco del nivel interpretativo nominando a Fernández, Poza y Morales en las categorías de mejor actor, mejor actriz de reparto y mejor revelación.
Todas las mujeres promete un rato de entretenimiento pero se echa de menos no estar frente a un escenario con reparto de carne y hueso. Y vuelvo a lo mismo de más arriba, no están las cosas como para tirar el dinero. Señor Mariano, si lo que quiere es tirar de película, guárdeselo y vendanos otra cosa, pero esta, no.
Valoración: *****
Hay dos cosas que me molestan claramente en el cine. Una es ver una película treatralizada y otra que la producción en cuestión centre todo su esfuerzo en el reparto de actores y en explotar sus cualidades interpretativas (barra) físicas. Los personajes y su actuación es fundamental, no es mi intención restar importancia a este aspecto -todo lo lejos- pero un proyecto cinematográfico se compone de muchos elementos que no podemos obviar; precisamente por eso, porque es un filme y no una obra de teatro. Esto es lo que ocurre en Todas las mujeres, serie reciclada a película que busca encontrar ese beneficio del papel bien hecho y se queda estancado en ello, sin traspasar ningún campo más.
El guión narra la huida de Nacho, un veterinario que escapa de su círculo familiar y se enfrenta en ese tiempo a resolver el robo planeado de unas reses a su suegro. Es entonces cuando entran a escena esas mujeres, las que acaparan el título de la pieza. Hasta aquí todo podría funcionar si no fuera porque el susodicho no mueve el culo de su cabaña hecha casa reclamando a las féminas que han dejado algún capítulo más o menos agradable en su historial de hijo, cuñado, amigo y pareja sentimental. Las localizaciones se resumen a un coche, una explanada, la carretera y su casa, que pueden parecer suficientes para 89 minutos de rodaje pero que se quedan en un continuo plano contraplano en el que la actividad se resume al diálogo y a un tímido seguimiento de cámara.
Con lo complicado que es llevar a cabo un rodaje en la actualidad -y si hablamos de cine español el problema se dilata aún más- no comprendo el por qué llevar una serie a la gran pantalla -que ha funcionado relativamente bien- sin más intenciones que las que ya se han visto en la pequeña. Dudo que se pensara en una garantía de butaca porque con los tiempos que corren me parecería una idea cuanto menos insolente. Después de ver la presente y retrotaernos a Extasis -la que para mi es su mejor película hasta la fecha- sigo sin encontrar razones que justifiquen el rodaje de la presente.
No obstante Barroso, valiéndose de su tarea como dramaturgo, se luce en el guión acotándolo a conversaciones trascendentes e interesantes que van destapando a Nacho gradualmente sin adelantar acontecimientos. Gana especial relevancia el oficio de este como auxiliar en el cruce de reses cuando él mismo se descubre como símil de un copulador obcecado en resultar simpático por muy cabrón que resulte ser. En lo que respecta al resto de interpretaciones, curiosa la de Michelle Jenner y especialmente divertida la de Petra Martínez -te quedas con ganas de saber algo más sobre ella- . Aunque sin desmerecer a todas las participantes el que se lleva la nota alta es Eduard Fernández y su capacidad de engañar, mofarse y desprestigiar a sus mujeres sin parecer odioso por ello. La Academia se ha hecho eco del nivel interpretativo nominando a Fernández, Poza y Morales en las categorías de mejor actor, mejor actriz de reparto y mejor revelación.
Todas las mujeres promete un rato de entretenimiento pero se echa de menos no estar frente a un escenario con reparto de carne y hueso. Y vuelvo a lo mismo de más arriba, no están las cosas como para tirar el dinero. Señor Mariano, si lo que quiere es tirar de película, guárdeselo y vendanos otra cosa, pero esta, no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario