Me intriga sobremanera todo este tema de Grey. Llevo más de un mes topándome cada día con noticias sobre la adaptación a la gran pantalla de la trilogía. Me han hablado de las novelas, me han animado a leerlas, me han tomado por loca por no haberlo hecho; es más, tengo la primera entrega y aún no sé si algún día me entrará la vena de empezar con ella o me la comeré con patatas. Toda fémina que me rodea ha vivido la experiencia de leer los libros incluso la que no tiene por costumbre el hábito de la lectura; esta última lo ha hecho por pura curiosidad, por morbo quizás.
No esperen que me ponga a despotricar sobre todo lo que ya se ha dicho, que si es una novela para reprimidas, que el libro no cuenta nada que se asemeje a lo que las lectoras puedan vivir en sus actos amatorios -¿y eso quién lo sabe?- nada de eso; lo que me trae de cabeza es toda la expectación que se está levantando con la elección de los actores, sobre todo del elegido para interpretar a Grey.
Primero degollaron a Matt Bomer dando por hecho que un gay no sería capaz de captar la esencia del personaje cuando en realidad querían decir que las espectadoras no encajarían al tío en las posturas amatorias típicamente heterosexuales. Después de la polémica y de poner cara al personaje, fue descartado. Estaba muy bueno pero no resultaba creíble.
El siguiente fue Ian Somerhalder. Aprovechando que ya había puesto a todas cardiacas chupando yugulares, parecía una más que buena opción para interpretar al portento sexual de Christian. Rumor o descarte -por parte de la autora, E L James- en cualquier caso, fallido. Atractivo, sexy pero no encajaba en los patrones.
Robert Pattinson, otro chupa-sangre, fue el tercero en discordia y elegido oficial por parte de la dirección y de la propia autora, ya que según esta los dos anteriores nunca fueron opciones reales. El icono más adolescente que adulto de Crepúsculo no terminó de adaptarse a los esquemas mentales de la autora. Fuera.
En el constante debate parecía que a ninguna le preocupara quien sería Anastasia. La protagonista había pasado a un segundo plano. Tras hacer varias quinielas de rubias jóvenes angelicales le toco la lotería a Dakota Johnson, hija de Don y Melanie Griffith, actriz desconocida a la que le esperan meses de críticas y puestas en duda. Pobrecita, con lo mona que es.
Y de nuevo volvemos a caer en la temática gay. El auténtico Grey será Charlie Hunnam y hablo de la homosexualidad no porque lo sea sino por ser uno de los personajes pasajeros de la serie británica Queer as folk y que quizás nos suene más por Sons of Anarchy. Según cuentan fuentes cercanas al equipo, Dakota y él conectaron desde el primer minuto, factor determinante por el cual la escritora vio personaficados a los protagonistas de la saga.
Y ahora que tenemos a la pareja de oro, veremos en que termina todo esto y si me da el impulso de leer la saga aunque, me van a disculpar, lo dudo bastante. To be continued.
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